Descripción

deskribapenaYa no se avistan ni embarcaciones enemigas ni posibles naufragios, pero la atalaya del monte Otoio todavía mantiene un halo de estrategia y vigilancia. Recorriendo la estancia, averiguaremos cómo vivía el atalayero desde el amanecer hasta la puesta de sol, cuáles eran sus métodos para comunicarse con los barcos y el pueblo...

Un homenaje a una figura quizá desconocida, pero de vital importancia en el mundo de la mar.